Bohemia & Libertad
martes, 29 de junio de 2010
lunes, 17 de mayo de 2010
A la espera de la oscuridad
Todo en su debido orden, a su debido tiempo... ni antes, ni despues...
Ese instante que no se olvida. Tan vacío devuelto por las sombras. Tan vacío rechazado por los relojes. Ese pobre instante adoptado por mi ternura... Desnudo, desnudo de sangre de alas. Sin ojos para recordar angustias de antaño.Sin labios para recoger el zumo de las violencias perdidas en el canto de los helados campanarios.
Ampáralo niña ciega de alma. Ponle tus cabellos escarchados por el fuego. Abrázalo pequeña estatua de terror. Señálale el mundo convulsionado a tus pies... A tus pies donde mueren las golondrinas tiritantes de pavor frente al futuro. Dile que los suspiros del mar humedecen las únicas palabras por las que vale vivir. Pero ese instante sudoroso de nada, acurrucado en la cueva del destino, sin manos para decir nunca, sin manos para regalar mariposas a los niños muertos.
Alejandra Pizarnik
domingo, 4 de abril de 2010
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.
domingo, 3 de enero de 2010
jueves, 24 de diciembre de 2009
domingo, 6 de diciembre de 2009
martes, 24 de noviembre de 2009
lunes, 16 de noviembre de 2009
sábado, 14 de noviembre de 2009
martes, 10 de noviembre de 2009
Let it be...
sábado, 24 de octubre de 2009
Aquellas Pequeñas Cosas...
domingo, 18 de octubre de 2009
jueves, 15 de octubre de 2009
viernes, 25 de septiembre de 2009
Cada vez que pienso en vos... Fue Amor.
Cada vez que pienso en vos... Fue amor, fue amor...
Todo el mundo me habla de vos y no puedo dejar de reír lo que hacés y adonde vas... De tu depto siempre a Prix d´ami.
Cada vez que pienso en vos... Fue amor, fue amor...
Estos días que corren mi amor, es aquí que nos toco vivir. Enredados en los cables de Entel, de algún sueño vamos a salir... Como siempre vuelvo a ensayar y los pibes siempre están ahí.
martes, 1 de septiembre de 2009
Nos mirábamos... y sentíamos que eso era el tiempo
En ese entonces no hablábamos mucho de Rocamadour, el placer era egoísta y nos topaba gimiendo con su frente estrecha, nos ataba con sus manos llenas de sal. Llegué a aceptar el desorden de la Maga como la condición natural de cada instante, pasábamos de le evocación de Rocamadour a un plato de fideos recalentados, mezclando vino y cerveza y limonada, bajando a la carrera para que la vieja de la esquina nos abriera dos docenas de ostras, tocando en el piano descascarado de madame Nouguet melodías de Schubert y preludios de Bach, o tolerando Porgy and Bess con bifes a la plancha y pepinos salados. El desorden en que vivíamos, es decir el orden en que un bidé se va convirtiendo por obra natural y paulatina en discoteca y archivo de correspondencia por contestar, me parecía una disciplina necesaria aunque no quería decírselo a la Maga. Me había llevado muy poco comprender que a la Maga no había que plantearle la realidad en términos metódicos, el elogio del desorden la hubiera escandalizado tanto como su denuncia. Para ella no había desorden, lo supe en el mismo momento en que descubrí el contenido de su bolso (era en un café de la rue Réaumur, llovía y empezábamos a desearnos), mientras que yo lo aceptaba y lo favorecía después de haberlo identificado; de esas desventajas estaba hecha mi relación con casi todo el mundo, y cuántas veces, tirado en una cama que ni se tendía en muchos días, oyendo llorar a la Maga porque en el metro un niño le había traído el recuerdo de Rocamadour, o viéndola peinarse después de haber pasado la tarde frente al retrato de Leonor de Aquitania y estar muerta de ganas de parecerse a ella, se me ocurría como una especie de eructo mental que todo ese abecé de mi vida era una penosa estupidez porque se quedaba en mero movimiento dialéctico, en la elección de una in conducta en vez de una conducta, de una módica indecencia en vez de una decencia gregaria. La Maga se peinaba, se despeinaba, se volvía a peinar. Pensaba en Rocamadour, cantaba algo de Hugo Wolf (mal), me besaba, me preguntaba por el peinado, se ponía a dibujar en un papelito amarillo, y todo eso era ella indisolublemente mientras yo ahí, en una cama deliberadamente sucia, bebiendo una cerveza deliberadamente tibia, era siempre yo y mi vida, yo con mi vida frente a la vida de los otros. Pero lo mismo estaba bastante orgulloso de ser un vago consciente y por debajo de lunas y lunas, de incontables peripecias donde la Maga y Ronald y Rocamadour, y el club y las calles y mis enfermedades morales y otras piorreas, y Berthe Trépat y el hambre a veces y el viejo Trouille que me sacaba de apuros, por debajo de noches vomitadas de música y tabaco y vilezas menudas y trueques de todo género, bien por debajo o por encima de todo eso no había querido fingir como los bohemios al uso que ese caos de bolsillo era un orden superior del espíritu o cualquier otra etiqueta igualmente podrida, y tampoco había querido aceptar que bastaba un mínimo de decencia (¡decencia joven!) para salir de tanto algodón manchado. Y así me había encontrado con la Maga, que era mi testigo y mi espía sin saberlo, y la irritación de estar pensando en todo eso y sabiendo que como siempre me costaba mucho menos pensar que ser, que en mi caso el ergo de la frasecita no era tan ergo ni cosa parecida, con lo cual así íbamos por la orilla izquierda, la Maga sin saber que era mi espía y mi testigo, admirando enormemente mis conocimientos diversos y mi dominio de la literatura y hasta del jazz cool, misterios enormísimos para ella. Y por todas esas cosas yo me sentía antagónicamente cerca de la Maga, nos queríamos en una dialéctica del imán y limadura, de ataque y defensa, de pelota y pared. Supongo que la Maga se hacía ilusiones sobre mí, debía creer que estaba curado de prejuicios o que me estaba pasando a los suyos, siempre más livianos y poéticos. En pleno contento precario, en plena falsa tregua, tendí la mano y toque el ovillo París, su materia infinita arrollándose a sí misma, el magma del aire y de lo que se dibuja en la ventana, nubes y buhardillas; entonces no había desorden, entonces el mundo seguía siendo algo petrificado y establecido, un juego de elementos girando en sus goznes, una madeja de calles y árboles y nombres y meses. No había un desorden que abriera puertas al rescate, había solamente suciedad y miseria, vasos con restos de cerveza, medias en un rincón, una cama que olía a sexo y a pelo, una mujer que me pasaba su mano fina y transparente por los muslos, retardando la caricia que me arrancaría por un rato a esa vigilancia en pleno vacío. Demasiado tarde, siempre, porque aunque hiciéramos tantas veces el amor la felicidad tenía que ser otra cosa, algo quizá más triste que esta paz y este placer, un aire como de unicornio o isla, una caída interminable en la inmovilidad. La Maga no sabía que mis besos eran como ojos que empezaban a abrirse más allá de ella, y que yo andaba como salido, volcado en otra figura del mundo, piloto vertiginoso en una proa negra que cortaba el agua del tiempo y la negaba.
viernes, 28 de agosto de 2009
Madrid
Con su todo es ahora, con su nada es eterno, con su rap y su chotis, con su okupa y su skin, aunque muera el verano y tenga prisa el invierno, la primavera sabe que la espero en Madrid.
Con su otoño Velázquez, con su Torre Picasso, su santo y su torero, su Atleti, su Borbón, sus gordas de Botero, sus hoteles de paso, su taleguito de hash, sus abuelitos al sol.
Con su hoguera de nieve, su verbena y su duelo, su dieciocho de julio, su catorce de abril. A mitad de camino entre el infierno y el cielo... Yo me bajo en Atocha, yo me quedo en Madrid.
Aunque la noche delire como un pájaro en llamas, aunque no dé a la gloria la Puerta de Alcalá, aunque la maja desnuda cobre quince la cama, aunque la maja vestida no se deje besar
"Pasarelas Cibeles", cárcel de Yeserías,Puente de los Franceses, tascas de Chamberí, ya no sueña aquel niño que soñó que escribía, Corazón de María, no me dejes así...
Corte de los Milagros, Virgen de la Almudena, chabolas de uralita, Palacio de Cristal, con su "no pasarán" con sus "vivan las caenas", su cementerio civil, su banda municipal.
He llorado en Venecia, me he perdido en Manhattan, he crecido en La Habana, he sido un paria en París, México me atormenta, Buenos Aires me mata, pero siempre hay un trenque desemboca en Madrid.
Pero siempre hay un niño que envejece en Madrid... pero siempre hay un coche que derrapa en Madrid... pero siempre hay un fuego que se enciende en Madrid... pero siempre hay un barco que naufraga en Madrid... pero siempre hay un sueño que despierta en Madrid... pero siempre hay un vuelo de regreso a Madrid...
Yo me bajo en Atocha, yo me quedo en Madrid... Joaquin Sabina.
miércoles, 26 de agosto de 2009
Julio Cortázar
sábado, 22 de agosto de 2009
jueves, 20 de agosto de 2009
Renata... "vuelta a nacer"
viernes, 31 de julio de 2009
Plaza Mayor
En la música es acaso donde el alma se acerca más al gran fin por el que lucha cuando se siente inspirada por el sentimiento poético: la creación de la belleza sobrenatural.
Edgar Allan Poe
Sin música para decorarlo, el tiempo es sólo un puñado de aburridos plazos límite de producción o fechas en las cuales deben pagarse las cuentas.
Frank Zappa
La música es una cosa amplia, sin límites, sin fronteras, sin banderas.
León Gieco
Sin música la vida sería un error.
Friedrich Nietzsche
La música es sinónimo de libertad, de tocar lo que quieras y como quieras, siempre que sea bueno y tenga pasión, que la música sea el alimento del amor.
Kurt Cobain
En verdad, si no fuera por la música, habría más razones para volverse loco.
Piotr Ilich Tchaikovski
En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad.
Arthur Schopenhauer
La música constituye una revelación más alta que ninguna filosofía.
Ludwig Van Beethoven
El que escucha música siente que su soledad, de repente, se puebla.
Robert Browning
La música compone los ánimos descompuestos y alivia los trabajos que nacen del espíritu.
Miguel De Cervantes Saavedra
Plaza Mayor - Madrid, España. Marzo/2009
martes, 28 de julio de 2009
No puede ser que estemos aquí para no poder ser
jueves, 23 de julio de 2009
Cuando esto ocurre, es como un milagro.
Alexander Lowen
París, marzo 2009
sábado, 11 de julio de 2009
...Siempre nos quedará París...
jueves, 2 de julio de 2009
El tacto que reemplaza las definiciones
Pero el amor, esa palabra... Moralista Horacio, temeroso de pasiones sin una razón de aguas hondas, desconcertado y arisco en la ciudad donde el amor se llama con todos los nombres de todas las calles, de todas las casas, de todos los pisos, de todas las habitaciones, de todas las camas, de todos los sueños, de todos los olvidos o los recuerdos. Amor mío, no te quiero por vos ni por mí ni por los dos juntos, no te quiero porque la sangre me llame a quererte, te quiero porque no sos mía, porque estás del otro lado, ahí donde me invitás a saltar y no puedo dar el salto, porque en lo más profundo de la posesión no estás en mí, no te alcanzo, no paso de tu cuerpo, de tu risa, hay horas en que me atormenta que me ames (cómo te gusta usar el verbo amar, con qué cursilería lo vas dejando caer sobre los platos y las sábanas y los autobuses), me atormenta tu amor que no me sirve de puente porque un puente no se sostiene de un solo lado, jamás Wright ni Le Corbusier van a hacer un puente sostenido de un solo lado, y no me mires con esos ojos de pájaro, para vos la operación del amor es tan sencilla, te curarás antes que yo y eso que me querés como yo no te quiero. Claro que te curarás, porque vivís en la salud, después de mí será cualquier otro, eso se cambia como los corpiños. Tan triste oyendo al cínico Horacio que quiere un amor pasaporte, amor pasamontañas, amor llave, amor revólver, amor que le dé los mil ojos de Argos, la ubicuidad, el silencio desde donde la música es posible, la raíz desde donde se podría empezar a tejer una lengua. Y es tonto porque todo eso duerme un poco en vos, no habría más que sumergirte en un vaso de agua como una flor japonesa y poco a poco empezarían a brotar los pétalos coloreados, se hincharían las formas combadas, crecería la hermosura. Dadora de infinito, yo no sé tomar, perdoname. Me estás alcanzando una manzana y yo he dejado los dientes en la mesa de luz. Stop, ya está bien así. También puedo ser grosero, fájate. Pero fijate bien, porque no es gratuito.
¿Por qué stop? Por miedo de empezar las fabricaciones, son tan fáciles. Sacás una idea de ahí, un sentimiento del otro estante, los atás con ayuda de palabras, perras negras, y resulta que te quiero. Total parcial: te quiero. Total general: te amo.
Julio Cortázar
Fragmentos de Rayuela -Capítulo 6 y 93-
sábado, 27 de junio de 2009
...Brindo por seguir queriendolas toda la vida...
martes, 16 de junio de 2009
Corazón Coraza
Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo pequeña y dulce corazón coraza
porque eres mía porque no eres mía
porque te miro y muero y peor que muero si no te miro amor, si no te miro
porque tú siempre existes dondequiera, pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre y tienes frío
tengo que amarte amor tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos aunque te busque y no te encuentre y aunque la noche pase y yo te tenga... y no.
domingo, 14 de junio de 2009
Un poema... es una Ciudad...
Un poema es una ciudad, un poema es una nación, un poema es el mundo... y ahora pongo esto bajo el cristal para el loco escrutinio del editor y la noche está en cualquier lado y lánguidas damas grises se alinean el perro sigue al perrro al estuario las trompetas anuncian los patíbulos mientras los hombrecillos deliran sobre cosas que no pueden hacer.
martes, 2 de junio de 2009
sábado, 30 de mayo de 2009
De vez en cuando... la vida
sábado, 23 de mayo de 2009
...I need you...
miércoles, 29 de abril de 2009
Fotografía tomada en el Río Támesis - Londres el martes 24 de marzo de 2009.
domingo, 12 de abril de 2009
Lo menos frecuente en este mundo es vivir. La mayoría de la gente existe, eso es todo.
miércoles, 1 de abril de 2009
domingo, 15 de marzo de 2009
viernes, 6 de marzo de 2009
Inventario
domingo, 1 de marzo de 2009
No haremos el amor... Él nos hará.
viernes, 20 de febrero de 2009
Abrirse y cerrarse al Paraíso
domingo, 15 de febrero de 2009
A Usted...
Revelar el arte y ocultar al artista es la meta del arte.
El crítico es quien puede traducir de manera distinta o con nuevos materiales su impresión de la
belleza. La forma más elevada de la crítica, y también la más rastrera, es una modalidad de autobiografía.
Quienes descubren significados ruines en cosas hermosas están corrompidos sin ser elegantes, lo que es un defecto. Quienes encuentran significados bellos en cosas hermosas son espíritus cultivados. Para ellos hay esperanza.
Son los elegidos, y en su caso las cosas hermosas sólo significan belleza.
No existen libros morales o inmorales.
Los libros están bien o mal escritos. Eso es todo.
La aversión del siglo por el realismo es la rabia de Calibán al verse la cara en el espejo.
La aversión del siglo por el romanticismo es la rabia de Calibán al no verse la cara en un espejo.
La vida moral del hombre forma parte de los temas del artista, pero la moralidad del arte consiste en hacer un uso perfecto de un medio imperfecto. Ningún artista desea probar nada. Incluso las cosas que son verdad se pueden probar.
El artista no tiene preferencias morales. Una preferencia moral en un artista es un imperdonable
amaneramiento de estilo.
Ningún artista es morboso. El artista está capacitado para expresarlo todo.
Pensamiento y lenguaje son, para el artista, los instrumentos de su arte.
El vicio y la virtud son los materiales del artista. Desde el punto de vista de la forma, el modelo de todas las artes es el arte del músico. Desde el punto de vista del sentimiento, el modelo es el talento del actor.
Todo arte es a la vez superficie y símbolo.
Quienes profundizan, sin contentarse con la superficie, se exponen a las consecuencias.
Quienes penetran en el símbolo se exponen a las consecuencias.
Lo que en realidad refleja el arte es al espectador y no la vida.
La diversidad de opiniones sobre una obra de arte muestra que esa obra es nueva, compleja y que está viva. Cuando los críticos disienten, el artista está de acuerdo consigo mismo.
A un hombre le podemos perdonar que haga algo útil siempre que no lo admire. La única excusa para hacer una cosa inútil es admirarla infinitamente.
Todo arte es completamente inútil.
miércoles, 11 de febrero de 2009
Recuerdos inventados que reconstruyen el presente
Todo pasado es impiadoso en su afán de demoler cada presente. ¿Algo se atesora allí?...Sabemos que estuvimos, pero necesitamos regresar.
martes, 10 de febrero de 2009
¿Para qué contar el tiempo que nos queda?
Se me ocurre que vas a llegar distinta, no exactamente más linda, ni más fuerte, ni más dócil, ni más cauta... tan sólo que vas a llegar distinta... Como si esta temporada de no verme te hubiera sorprendido a vos también, quizás porque sabés como te pienso y te enumero.
Después de todo la nostalgia existe, aunque no lloremos en los andenes fantasmales, ni sobre las almohadas de candor, ni bajo el cielo opaco.
Yo nostalgio... Tú nostalgias...
Tu rostro es la vanguardia, tal vez llega primero porque lo pinto en las paredes con trazos invisibles y seguros. No olvides que tu rostro me mira como pueblo, sonríe y rabia y canta como pueblo y eso te da una lumbre inapagable...
Ahora no tengo dudas, vas a llegar distinta y con señales con nuevas con honduras con franquezas...
domingo, 8 de febrero de 2009
Uno sólo conserva lo que no amarra...
sábado, 7 de febrero de 2009
Porque es mi rosa...en fin
-¡Buenos días! -respondió cortésmente el principito que se volvió pero no vío nada.
-Estoy aquí, bajo el manzano -díjo la voz.
-Soy un zorro -dijo el zorro.
-Ven a jugar conmigo -le propuso el principito-, ¡estoy tan triste!
-No puedo jugar contigo -dijo el zorro-, no estoy domesticado.
-¡Ah, perdón! -dijo el principito.
Pero después de una breve reflexión, añadió:
-¿Qué significa "domesticar"?
-Tú no eres de aquí -dijo el zorro- ¿qué buscas?
-Busco a los hombres -le respondió el principito-. ¿Qué significa "domesticar"?
-Los hombres -dijo el zorro- tienen escopetas y cazan. ¡Es muy molesto! Pero también crían gallinas. Es lo único que les interesa. ¿Tú buscas gallinas?
-No -díjo el principito-. Busco amigos. ¿Qué significa "domesticar"? -volvió a preguntar el principito.
-Es una cosa ya olvidada -dijo el zorro-, significa "crear lazos... "
-¿Crear lazos?
-Efectivamente, verás -dijo el zorro-. Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos. Y no te necesito. Tampoco tú tienes necesidad de mí. No soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo...
-Comienzo a comprender -dijo el principito-. Hay una flor... creo que ella me ha domesticado...
-Es posible -concedió el zorro-, en la Tierra se ven todo tipo de cosas.
-¡Oh, no es en la Tierra! -exclamó el principito.
El zorro pareció intrigado:
-¿En otro planeta?
-Sí.
-¿Hay cazadores en ese planeta?
-No.
-¡Qué interesante! ¿Y gallinas?
-No.
-Nada es perfecto -suspiró el zorro.
Y después volviendo a su idea:
-Mi vida es muy monótona. Cazo gallinas y los hombres me cazan a mí. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres son iguales; por consiguiente me aburro un poco. Si tú me domesticas, mi vida estará llena de sól. Conoceré el rumor de unos pasos diferentes a todos los demás. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra; los tuyos me llamarán fuera de la madriguera como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves allá abajo los campos de trigo? Yo no como pan y por lo tanto el trigo es para mí algo inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada y eso me pone triste. ¡Pero tú tienes los cabellos dorados y será algo maravilloso cuando me domestiques! El trigo, que es dorado también, será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo.
El zorro se calló y miró un buen rato al principito:
-Por favor... domestícame -le dijo.
-Bien quisiera -le respondió el principito pero no tengo mucho tiempo. He de buscar amigos y conocer muchas cosas.
-Sólo se conocen bien las cosas que se domestican -dijo el zorro-. Los hombres ya no fienen tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en las tiendas. Y como no hay tiendas donde vendan amigos, Ios hombres no tienen ya amigos. ¡Si quieres un amigo, domestícame!
-¿Qué debo hacer? -preguntó el príncipito.
-Debes tener mucha paciencia -respondió el zorro-. Te sentarás al principio ún poco lejos de mí, así, en el suelo; yo te miraré con el rabillo del ojo y tú no me dirás nada. El lenguaje es fuente de malos entendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...
-Hubiera sido mejor -dijo el zorro- que vinieras a la misma hora. Si vienes, por ejempló, a las cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser dichoso. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto, descubriré así lo que vale la feliçidad. Pero si tú vienes a cualquier hora, nunça sabré cuándo preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.
-¿Qué es un rito? -inquirió el principito.
-Es también algo demasiado olvidado -dijo el zorro-. Es lo que hace que un día no se parezca a otro día y que una hora sea diferente a otra. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. Los jueves bailan con las muchachas del pueblo. Los jueves entonces son días maravillosos en los que puedo ir de paseo hasta la viña. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.
De esta manera el principito domesticó al zorro. Y cuando se fue acercando eI día de la partida:
-¡Ah! -dijo el zorro-, lloraré.
-Tuya es la culpa -le dijo el principito-, yo no quería hacerte daño, pero tú has querido que te domestique...
-Ciertamente -dijo el zorro.
- Y vas a llorar!, -dijo él principito.
-¡Seguro!
-No ganas nada.
-Gano -dijo el zoro- he ganado a causa del color del trigo.
Y luego añadió:
-Vete a ver las rosas; comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás a decirme adiós y yo te regalaré un secreto.
El principito se fue a ver las rosas a las que dijo:
-No son nada, ni en nada se parecen a mi rosa. Nadie las ha domesticado ni ustedes han domesticado a nadie. Son como el zorro era antes, que en nada se diferenciaba de otros cien mil zorros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Las rosas se sentían molestas oyendo al principito, que continuó diciéndoles:
-Son muy bellas, pero están vacías y nadie daría la vida por ustedes. Cualquiera que las vea podrá creer indudablemente que mí rosa es igual que cualquiera de ustedes. Pero ella se sabe más importante que todas, porque yo la he regado, porque ha sido a ella a la que abrigué con el fanal, porque yo le maté los gusanos (salvo dos o tres que se hicieron mariposas ) y es a ella a la que yo he oído quejarse, alabarse y algunas veces hasta callarse. Porque es mi rosa, en fin.
Y volvió con el zorro.
-Adiós -le dijo.
-Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto, que no puede ser más simple : Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible a los ojos.
-Lo esencial es invisible para los ojos -repitió el principito para acordarse.
-Lo que hace más importante a tu rosa, es el tiempo que tú has perdido con ella.
-Es el tiempo que yo he perdido con ella... -repitió el principito para recordarlo.
-Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro-, pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Tú eres responsable de tu rosa...
-Yo soy responsable de mi rosa... -repitió el principito a fin de recordarlo ...
domingo, 1 de febrero de 2009
Si voláramos juntos… ¿Qué mas haría falta?
¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos? ¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo y sus miradas de pronóstico reservado? ¡María Luisa era una verdadera pluma!
Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina, volaba de comedor a la despensa. Volando me preparaba el baño, la camisa. Volando realizaba sus compras, sus quehaceres...
¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando, de algún paseo por los alrededores! Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado. "¡María Luisa! !María Luisa!"... y a los pocos segundos, ya me abrazaba con sus piernas de pluma, para llevarme, volando, a cualquier parte.
Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia que nos aproximaba al paraíso; durante horas enteras nos anidábamos en una nube, como dos ángeles, y de repente, en tirabuzón, en hoja muerta, el aterrizaje forzoso de un espasmo.
¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera..., aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas! ¡Qué voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes... la de pasarse las noches de un solo vuelo!
Después de conocer una mujer etérea, ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre? ¿Verdad que no hay una diferencia sustancial entre vivir con una vaca o con una mujer que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?
Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando.
sábado, 31 de enero de 2009
Tu modo de abrigarme el corazón
Ella… ese ser inconmensurablemente singular, único, particular, específico, exclusivo, propio, personal, peculiar, diferente… inunda cada espacio de mi vida…. Para transformarme en alguien especial a mi también, y Yo por momentos creo ser, de cierta manera que todavía no logro entender, algo así como… Ella.
martes, 27 de enero de 2009
No es demasiado tarde para construir una utopía...
La locura, la verdadera locura, nos está haciendo mucha falta, a ver si nos cura de esta peste del sentido común que nos tiene a cada uno ahogado el propio.
Miguel de Unamuno (1864-1936) Filósofo y escritor español.