martes, 29 de junio de 2010


Cita de Johann Wolfgang von Goethe


Hasta que uno se compromete, existe la duda, la posibilidad de retirarse, ineficiencia permanente. En todos los actos de iniciativa y creación existe una verdad elemental, y el ignorarla elimina innumerables ideas y planes magníficos: en el momento en que uno se compromete, también interviene la providencia. Ocurren entonces todo tipo de cosas positivas, que de otro modo nunca se habrían producido. Una serie de acontecimientos derivan de esa decisión, poniendo a favor de uno incidentes fortuitos, encuentros y apoyo material, que ningún hombre podría haber soñado con lograr.


«Sea cual fuere tu sueño, comiénzalo. La audacia tiene genio, poder y magia.»

lunes, 17 de mayo de 2010

A la espera de la oscuridad



Todo en su debido orden, a su debido tiempo... ni antes, ni despues...

Ese instante que no se olvida. Tan vacío devuelto por las sombras. Tan vacío rechazado por los relojes. Ese pobre instante adoptado por mi ternura... Desnudo, desnudo de sangre de alas. Sin ojos para recordar angustias de antaño.Sin labios para recoger el zumo de las violencias perdidas en el canto de los helados campanarios.

Ampáralo niña ciega de alma. Ponle tus cabellos escarchados por el fuego. Abrázalo pequeña estatua de terror. Señálale el mundo convulsionado a tus pies... A tus pies donde mueren las golondrinas tiritantes de pavor frente al futuro. Dile que los suspiros del mar humedecen las únicas palabras por las que vale vivir. Pero ese instante sudoroso de nada, acurrucado en la cueva del destino, sin manos para decir nunca, sin manos para regalar mariposas a los niños muertos.

Alejandra Pizarnik

domingo, 4 de abril de 2010

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.

domingo, 3 de enero de 2010

Mi Querida Frida...


"Amurallar el propio sufrimiento es arriesgarte a que te devore desde el interior."